Con once fechas ya jugadas y un empate en la cima de la tabla de posiciones, en gran parte se vislumbra al equipo torero, como uno de los clasificados.
El bombillo también estará, por el juego no tan mediocre e irregular de sus rivales cercanos, mientras que El Nacional, Olmedo y LDU están sin mayores pensamientos, ya sabiéndose clasificados al hexagonal final.
Irregularidad
El domingo perdió Barcelona ante el “guacamayo” que no conoce la victoria en propio territorio.
Aucas colero acortó puntaje ante LDU y el Azogues.
Olmedo ganó a los tiempos a El Nacional (un equipo que siempre le tiene medido el ataúd).
Y Cuenca se aleja del protagonismo, empatando con Emelec, en el Austro ecuatoriano.
Con estos resultados tan dispares, y que no apuntan, sino a la pugna que todavía se desarrollará en estas faltantes siete fechas; no se sabe cómo será liguilla.
¿Liga despertará de la convalecencia por culpa del ciego? ¿Emelec apuntará a algo este año? ¿Será un nuevo año de decepción barcelonista? ¿El Nacional se recuperará de la salida del diablito y del cangurito? ¿Quito se colará en la fiesta final para ser simple comparsa? ¿El ciclón será el equipo regular que llegará a Copa?
Nada se sabe, en un campeonato nacional tan extraño, y que son la realidad de un fútbol sin muchos recambios en sus equipos locales. Fíjense que sin unos o sin otros, los equipos son casi nada: Méndez y Reasco en el extranjero, Soto expulsado, Lara hablando árabe, los argentinos emelecistas lesionados, etc.
Si así seguimos, esperemos que mejoren, y que si logran clasificar a jugar copa, que tengan mejor plantel que represente decentemente al país en Copa Libertadores. No hemos llegado siquiera a semifinales desde años. Y la diferencia inmensa es muy notoria.
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