jueves, 27 de septiembre de 2007

Se cae a pedazos BARCELOCA: otra vez


Diez años sin campeonato.

Ahora ni siquiera con liguilla.

Un equipo sin mucha vergüenza, que cada vez que sube a la altura, espera con mucho esfuerzo llevarse un empate.

Con directores técnicos sinvergüenzas que han despojado al otrora ídolo del astillero, su condición de favorito; y dirigentes que han aprovechado el nombre y han conseguido el resurgimiento social, e inclusive monetario, dejando despedazado a un equipo repleto de remiendos, que no saca nada novedoso, y que ahora se está quedando a la vera, siquiera de lograr el paso a la Copa Libertadores de América, en un fin de año funesto para un astillero que no ha atinado a nada.

Una reputación de asesinos, que nadie les quita, porque nadie asume lo suyo en el violento incidente que costó la vida a uno y heridas a otros.

Y el ridículo de sólo quedarse en repetir la historia que hace casi una década pasó, cumpliéndose ya el décimo campeonato sin lograr el trofeo máximo y dar alegría a la mayoría de ecuatorianos, que bien prefieren ahora, vestirse de blanco Liga, antes que apoyar al equipo torero, de estrellas y emblemas como lo fueron Vicente Lecaro Coronel, Victor Ephanor, Jimmy Montanero y el casi retirado “Pepe Pancho”.

Bien un nombre que era alegría, y que ahora en Quito, se ve identificado como el de un conjunto de homicidas, comandado por un bueno para nada, que bien no abandona el barco, pero que ha permitido la imposición de la amargura para toda la hinchada.

Que bien prefiere ocultarse ahora, debilitada, y callar cobardemente, mientras continúa el circo en cancha, que antes que divertirnos, nos causa lástima.


NOTA: ni para que enumerar a sus patéticos jugadores, incluyendo a su plantilla de mediocres jovenzuelos que bien lo único que aspiran es ganar 1,000 dólares mensuales como futbolistas.

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