lunes, 8 de octubre de 2007

El silencio cómplice


Al igual que en la escena política, donde la mayoría de medios de prensa ahora llaman a la concertación nacional, cuando antes con razón achacaban a el mandatario actual; ahora son pocos los medios que medio razonan el decepcionante desempeño de los equipos del astillero, que bien ahora, no darán el entretenimiento que era permanente en los fines de semana de temporada futbolística.

Unos cuantos artículos, una enumeración tibia de los acontecimientos, y el verdadero acercamiento de los oportunistas que bien no supieron darle mayor valor al activo verdadero de la empresa, que es el factor humano, y más se decidieron a explotar al máximo las capacidades de mercadeo que puede tener una firma, sobretodo en el caso de Barcelona.

Al final, nadie topa a Roggiero, compadre de los señores periodistas, y que ni siquiera fue inmiscuido en el asunto del niño fallecido por el lanzamiento de bengalas, y ahora tampoco va a ser completamente culpado, con la excusa de que el problema ha sido desde hace diez años atrás, en los que el llamado ídolo del Ecuador no gana un campeonato.

Para colmo lo acompaña Emelec, equipo cuyos hinchas ahora sólo podrán disfrutar el hecho de que sus compañeros de barrio, tampoco jueguen en la ronda final. Al estilo mediocre de la mayoría de sus hinchas que creen ser diferentes por apoyar a un equipo que tan sólo gana cotejos de local, y está habituado al ridículo cada vez que sale de su cancha.

Al hincha barcelonés, tan sólo le queda informarse mejor de lo que sucede en su equipo, que antes como institución respetada en América, constituía expectativa fuera de las fronteras, pero que ha cedido espacio para que el fútbol ecuatoriano, en competiciones de clubes, nuevamente quede relegado a sitiales similares que los del fútbol llanero.

Si bien todo fuese verdadero, por lo menos se castigaría el negociado que por todos estos años se llevó a cabo en el conjunto torero.

Y por el bando emelecista, fortalecer un nombre que de por sí solo, no paga ni un rol, y peor sostendrá un equipo competitivo para un fútbol divertido pero tan rústico a momentos.

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