“Falta de contundencia” dice Suárez que le faltó a la selección en los partidos jugados por el combinado ecuatoriano hasta el momento en la Copa América Venezuela 2007. Yo diría que contundencia hubo, lo que no hubo es técnica al momento de definir, no hubo el desequilibrio que determine que una opción clara de gol (como las muchas que hubo contra Chile y México) no se quede en un intento más de ataque y se concrete. Eso que los entrenadores y comentaristas especializados llaman “fundamentos” es lo que le faltó a Ecuador.
Ecuador fue como el típico pendejo que hace todo bien para “coronar” a una pelada y a la hora de la puntillada final o no se le para o no llevó los condones y se queda con los churos hechos mientras la pelada se va a gozar con otro. En este caso la pelada en cuestión es la victoria que no se obtuvo en los dos partidos que jugó la tricolor, en los cuales se arrinconó a los rivales, se jugó bien pero no se concretó y en ambos casos las individualidades de los contrarios así como unos pocos minutos de desconcentración de nuestro equipo nos valió perder partidos fáciles.
No es mala suerte como le oí a algún batracio comentarista, simplemente el equipo no jugó bien y la responsabilidad es tanto de Suárez como de los jugadores, que porvenir nos espera para las eliminatorias mundialistas que se inician a fin de año, si en todos los partidos amistosos jugados en lo que va del año el papel demostrado ha sido mediocre.
Ecuador fue como el típico pendejo que hace todo bien para “coronar” a una pelada y a la hora de la puntillada final o no se le para o no llevó los condones y se queda con los churos hechos mientras la pelada se va a gozar con otro. En este caso la pelada en cuestión es la victoria que no se obtuvo en los dos partidos que jugó la tricolor, en los cuales se arrinconó a los rivales, se jugó bien pero no se concretó y en ambos casos las individualidades de los contrarios así como unos pocos minutos de desconcentración de nuestro equipo nos valió perder partidos fáciles.
No es mala suerte como le oí a algún batracio comentarista, simplemente el equipo no jugó bien y la responsabilidad es tanto de Suárez como de los jugadores, que porvenir nos espera para las eliminatorias mundialistas que se inician a fin de año, si en todos los partidos amistosos jugados en lo que va del año el papel demostrado ha sido mediocre.
El “fracaso”, que al menos lo reconoció como tal el técnico de la selección ecuatoriana en la rueda de prensa después del encuentro con México, no significa la renuncia de Suárez al cargo, pero si lo compromete mas a él y a todos los jugadores a una preparación mas exigente a jugar utilizando el cerebro en igual proporción que la condición física. En esta copa América no tenemos posibilidades reales de nada en este momento, hay bastante tiempo para corregir los errores que se han venido demostrando en las actuaciones del combinado tricolor, las eliminatorias para el mundial están cerca y no podemos darnos el lujo de hacer presentaciones tan pobres como las dos últimas en el torneo de selecciones mas antiguo del mundo.
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