En un partido donde Polonia salio a defenderse, con una defensa robusta que saco todo y un arquero que se constituyó en figura. Alemania ataco pero fue muy imprecisa en el primer tiempo, le falto contundencia y no aparecieron las figuras. Ballack no fue el jugador que todos querían ver, no llevo a su equipo a la victoria ni muchos menos. Podolski, en cambio desaprovechó varias oportunidades de gol, el jugador que después de Ballack es la esperanza de Alemania.
A diferencia del debut contra Costa Rica, la defensa de Alemania fue muy solida, y no dio respiro a los polacos, que no pudieron vulnerar el cerco defensivo. A eso se le puede agregar que Polonia ofreció muy poco en ataque.
En el segundo tiempo, se esperaba que Alemania salga con todo. Pero su rival no pensaba lo mismo, y siguió la tónica del primer tiempo: los polacos defendiendo muy bien al igual que los teutones, los alemanes atacando con todo pero muy imprecisos. Y las figuras sin aparecer.
Hasta que Juergen Klinsmann despertó y decidió que era hora de cambiar la tónica del partido. Arne Friedrich sale y David Odonkor entra. El cambio muy acertado. Odonkor se convirtió en la otra figura del partido, no paró de subir por la banda, desbordo y dio centros precisos al área, que por poco termina en gol. Philipp Lahm fue otro destacado, se movió muy bien en la cancha, y se complemento con el ataque alemán de manera magistral. Pero a pesar de todo parecía que el marcador terminaría empatado. Algo, que los polacos no veían del todo mal. Hasta que llego la expulsión por doble amarilla y posterior roja de Radoslaw Sobolewski.
Neuville entro por Podolski, que no apareció, y comenzó a cambiarle la cara a su equipo. Alemania no quería el empate, a diferencia de su mezquino rival.
Todo el estadio se levantaba en una jugada en la que el balón pego varias veces en el travesaño del arco polaco, y que al final termino en las redes, el gol no fue legitimo por clara posición adelantada.
Alemania no se desesperó y aprovechó la superioridad numérica. Ya el reloj marcaba los 91 minutos. En una jugada excelente de Odonkor, que desbordo y metió el centro al corazón del área que Neuville se encargaría de meter en el fondo de la red con una jugada digna del mismísimo Klinsmann. Gol y victoria para los alemanes. Resultado justo para una Alemania que busco el gol todo el partido frente a una mezquina y pobre Polonia que solo brillo en defensa.
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