Los equipos guayaquileños.
Y es que ya estamos a un mes del campeonato nacional de fútbol, y las contrataciones no llegan. A lo mucho el mismo equipo mediocre, el uno que quedó último en la liguilla, y el ballet azul que no baila ni “tecno-dance” (hasta una momia baila tecno, sino miren el video de Around the World de Daft Punk).
Ni les quieren trabajar
Es muy lamentable la situación de Barcelona. Decidió hacer permanecer a tres de los cuatro extranjeros, que no dieron los resultados queridos por la afición torera. Regresó el técnico Peláez (viene de Don Pelador – Peladórez – Peláez – Peláis – Pieza) que ahora ha traído a toda la familia a laborar a Ecuador, haciendo a un lado a Bosco Mendoza, enquistado pero ya íntimo médico de la institución canaria (aparte que los extranjeros en el fútbol ganan más, no como los empleados de la mamá del paupérrimo ex canciller Patricio Zuquilanda).
Los colombianos están de manera irregular, ahora acompañados de un cuarto paisa, en este caso el poco venerable anciano Víctor Bonilla. Y sin cantar, no juegan o entrenan con normalidad.
Malos (en especial el central Vanegas), vagos y no cantan (como los empleados de la hacienda de la mami de Zuquilanda).
La única salvación es la sub-17, que aunque no brillante debe demostrar fortaleza como antiguos jugadores de Barcelona, que no estrellas, eran valiosísimos aportes añadiéndose a esto la garra (Montanero, Alcívar y otros más).
Más refritos (de re-makes y re-cagados)
El CS Emelec no ha hecho mayor cosa. Contratos y fichajes no cumplidos. Y quizás lo único rescatable es el entrenamiento del buen marcador de mediocampo Marlon Ayoví.
Dicen que la plata no hay, y que gastaron los gastos de Enero en el anuncio de condolencias por el fallecimiento de la hija de Omar Quintana.
El tiempo no es muy amigo y corre, y en los Samanes a lo mucho de calidad invisible, están entrenando ex jugadores como Manuel Mendoza, y uno que otro mediocre como el caso de Peter Villegas.
¿Otra generación de extraterrestres? ¿Oti los apoyará desde los cielos? ¿Oti estará en el cielo? ¿Por qué no llueve?
What shall we do now?
¿A ver la noche amarilla? ¿A ver noche azul? ¿A insultar a Romero? ¿Pedir que vuelva Quintana?
Esperar. Seguramente a la segunda etapa, para no ver el fracaso seguro de nuestros equipos de Guayaquil al principio.
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